5.- Fútbol







Fútbol: El deporte más popular del mundo y sus lesbianas y gays
El fútbol es el deporte rey para millones de personas. Muchos incluso lo consideran un deporte verdaderamente democrático con un poder enorme para fomentar la integración, ya que no requiere nada más que de un balón y un trozo adecuado de terreno para que un grupo de personas se diviertan juntas.

Todos los fines de semana multitudes de hinchas entusiastas, tanto hombres como mujeres, de todos los orígenes y estatus sociales, se apilan en los estadios de fútbol y siguen los partidos por la televisión y la radio. Y por muy diversos que sean los amantes del fútbol, éste ha hecho poco para ser un verdadero factor de integración, especialmente para las lesbianas y los gays, quienes ven en el campo una zona de riesgo en potencia. Es fácil que se sientan incómodos, al tener que soportar todo tipo de discriminaciones homofóbicas, desde bromas hasta el rechazo directo, tanto de compañeros de equipo como de responsables de clubes o por los propios hinchas.

El fútbol, el deporte rey en muchos países del mundo, es uno de los sectores más conservadores de la sociedad, manteniendo valores tradicionales sobre la masculinidad heterosexual. Aún parece que los futbolistas deben ser “hombres duros”, capaces de ser asertivos, mostrar fuerza y agresividad. Parecería que los hombres gays no encajan en este modelo, mientras que también las mujeres aún tienen que luchar para ser reconocidas en el fútbol.

Sin embargo desde varias direcciones y con diferentes acciones muchos grupos y organizaciones llevan varios años luchando contra la homofobia en el fútbol. El objetivo global al sensibilizar contra la homofobia en el fútbol y combatirla es asegurar que las lesbianas y los gays puedan jugar y ver el juego sin miedo a la discriminación. La estrategia se centra en la educación y en eliminar estereotipos con medidas prácticas que combaten la homofobia a todos los niveles del juego, en vez de sacar del armario a jugadores y jugadoras homosexuales. En Europa en concreto ha surgido una red de iniciativas cuyas actividades vienen teniendo mucho éxito.

Una de las primeras acciones fue creada en 1989 por un grupo de hinchas gays: La red de aficionados homosexuales al fútbol (GFSN) pretendía mostrar que la homosexualidad y la pasión por el fútbol son compatibles.

FARE (Fútbol contra el racismo en Europa) se creó en 1999 como una red internacional de hinchas de fútbol. Su objetivo es apoyar la lucha contra el racismo a todos los niveles del fútbol profesional y amateur, incrementando el potencial de este deporte como factor de integración. Desde el inicio de la cooperación con la EGLSF (Federación Europea Deportiva de Gays y Lesbianas), FARE también ha llevado a cabo actividades destinadas a combatir la homofobia en el fútbol, entre las que destacan las organizadas desde ARCO IRIS para visibilizar al colectivo lgbt en estadios de Madrid, Valencia, Málaga, Granada y Jaén. Por su parte EGLSF organiza de forma habitual talleres sobre el tema, colaborando con otras organizaciones nacionales e internacionales. Durante estos años EGLSF y FARE han obtenido el reconocimiento de las federaaciones de fútbol nacionales e internacionales como la UEFA y la FIFA.
La historia de los clubes de aficionados gays y lesbianas comenzó en Alemania en 2001 con la fundación Hertha Junxx, el club de aficionados del equipo berlinés Hertha BSC de la Bundesliga.

El trabajo de estos grupos está consiguiendo, con el paso de los años, cambios de actitudes, incluso dentro de las organizaciones tradicionales de fútbol.

En 2004 por ejemplo, la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), mantuvo su primera jornada sobre la homofobia en el fútbol, antes de lanzar sus primeras campañas y medidas prácticas en 2005. Ahora sus estatutos recogen sanciones para las acciones y comentarios homofóbicos, y aunque las multas no son muy elevadas, al menos lanzan el mensaje. Igualmente la FA ha difundido un anuncio y ha publicado el folleto “Tackling Homophobia” (abordando la homofobia) en el que se plasman objetivos y medidas a abordar en diversos ámbitos futbolísticos.

En España hubo que esperar a 2006 para que la Peña Blaugrana de Gays y Lesbianas viera la luz como primer grupo oficial de aficionados homosexuales en el fútbol español, con sede en Barcelona.

Precisamente en Barcelona la UEFA, el gobierno del fútbol europeo, abordó por primera vez
el tema en 2006 durante la conferencia Unite Against Racism (Unidos Contra el Racismo). La conferencia incluyó un taller sobre la homofobia en el fútbol, impartido por el EGLSF donde se presentó su folleto Kick It Out: Homophobia in Football (En el fútbol, echemos la homofobia a patadas). Igualmente en la siguiente conferencia contra el racismo de la UEFA, celebrada en Varsovia en 2009, se debatieron medidas a adoptar contra la homofobia en varios talleres y en la sesión plenaria.

En 2010 se conmemoró por primera vez el Día Internacional del Fútbol contra la Homofobia, 19 de febrero, para homenajear al primer y único futbolista profesional de primera división
en salir del armario hasta la fecha, Justin Fashanu. Éste día, impulsado desde asociaciones británicas, contó con el apoyo de la FA (Asociación de Fútbol de Inglaterra), y tuvo amplia repercusión en España con la campaña de apoyo lanzada por las asociaciones de la Federación ARCO IRIS.

La Asociación Alemana de Fútbol (DFB), también está comenzando a abordar el problema de la homofobia. Su presidente, Theo Zwanziger, ha apoyado públicamente la lucha contra la homofobia en el fútbol e incluso participó durante el día por los derechos de lesbianas y
gays (CSD) en Colonia en 2008 y 2009. Ya en Octubre de 2009 la DFB publicó un folleto “Contra la discriminación de los homosexuales en el fútbol” y en 2013 hizo un llamamiento para que los jugadores homosexuales "salieran del armario".

En 2014 el ex-internacional alemán Thomas Hitzlperger declaró su homosexualidad, 4 meses después de su retirada. Hitzlperger jugó 52 partidos con la selección alemana y defendió los colores del Aston Villa y del Everton (Inglaterra), del Stuttgart -equipo en el que fue capitán- y del Wolfsburgo (Alemania) y de la Lazio Roma (Italia).

También en 2010 pudimos escuchar declaraciones que suponen un cambio de tendencia. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, respondía al diario británico The Times: “Existe homosexualidad en el fútbol. Hay futbolistas gays, pero no lo declaran porque creen que no serán aceptados en estas organizaciones de hombres”.

Desde la Selección Española de Fútbol ganadora del Mundial de Sudáfrica 2010, su entrenador, Vicente del Bosque, afirmaba poco antes del mundial: “Me parece bien si hay un futbolista homosexual que lo sea y quiera decirlo, como me parece bien si lo es y prefiere no decirlo. Que cada uno tenga libertad”.

Igualmente jugadores de la Selección Española, han mostrado su talante abierto y tolerante, entre ellos Gerard Piqué, quien manifestó su deseo de que un futbolista gay pueda decirlo sin problemas, tras la polémica surgida a raíz de su foto con Ibrahimovic.

En 2010 se conmemoró por primera vez el Día Internacional del Fútbol contra la Homofobia, 19 de febrero, para homenajear al primer y único futbolista profesional de primera división en salir del armario hasta la fecha, Justin Fashanu. Éste día, impulsado desde asociaciones británicas, contó con el apoyo de la FA (Asociación de Fútbol de Inglaterra),y tuvo amplia repercusión en España con la campaña de apoyo lanzada por ARCO IRIS.

En el año 2012, el GRANADA CF y otros equipos de primera división de la Liga española, participaron en acciones contra la homofobia al tiempo que la Federación Holandesa de Fútbol ha difundido un spot televisivo para animar a los futbolistas a salir del armario”. Por su parte, el centrocampista gaditano del Liverpool, Jesús Fernández “Suso”, fue multado por la federación inglesa de fútbol (FA), a pagar 10.000 libras por publicar un mensaje en twitter sobre José Enrique Sánchez, en el que “incluía una referencia a la orientación sexual, defensa del mismo equipo”.

Todas estas actividades ponen el foco en el tema de la homofobia en el fútbol, tanto en la sociedad en general como en las organizaciones tradicionales del mundo del fútbol, que poco a poco comienzan a aceptar el desafío. Si algún día el fútbol consigue erradicar la homofobia, de todos los niveles del juego, el fútbol habrá conseguido algo importante, y no sólo para el deporte.


Si todos los amantes del fútbol se arman de valor contra el sexismo y la homofobia, el deporte más popular del planeta demostraría que la sexualidad de una persona no es una barrera para formar parte del fútbol, y asegurarían que todos podamos disfrutar de un deporte seguro, incluyente y tolerante.